Vino mi hermana de visita a casa. Le acompañaba Leyre, mi sobrina, unos ojos que brillan como una perla en la oreja de una princesa etíope.
Cuando se marchó, Manuela le envió un wasap pidiéndole disculpas por estar tan "bajona". "Me da palo que me veas así".
Y mi hermana le contestó:
"¿¿¿Que te da palo???. Coño, a mi me da palo molestarte. Verte así a mi no me importa nada. Cada vez tengo más claro en la vida el cuerpo es una mierda. El tuyo, el mío...una mierda. Lo que importa es lo interior. Y ese, tú, Manuela mía...lo tienes de oro macizo.
Yo sólo quiero mirarte a los ojos: esos ojos lo dicen todo. ¡Tienen tanta vida tus ojos, mi Manuelilla!."
Y Manuela me reenvió el wasap- feliz!- y yo lo subo al Pábilo para que se entere todo el mundo.
Has hecho muy bien con subirlo y hacernos partícipes del interior de Manuela y la simpatía de tu hermana.
ResponderEliminarUn abrazo enorme.