Pregúntame cuál es el mejor lugar del
mundo y te contestaré “¡éste!” : hasta aquí me trajo Dios, y
dudo que en el mundo hubiera encontrado un lugar mejor para mí. .
Y tengo certeza de lo que te digo
porque he llegado aquí de la manera menos intencionada, interesada,
egoísta y calculadora. Por puro azar.
Manu y yo nos encontramos a la vuelta
de la esquina. Así de sencillo.
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