No sé quién lo escribió:nuestro corazón tiene la edad de
aquellos que ama.Y, si es verdad, uno se pregunta qué edad tienen
aquellos que uno ama.El descubrimiento de esta certeza puede ser
demoledor: quizas nuestros quereres envejecen sin que nadie desde
hace años nos pase el testigo de su afecto. La ventaja de tener
familia e hijos es esa: la chiquillería nos hace jóvenes.
Si no , habrá que buscarlos: siempre hay alguien a quien querer.
¡Menuda preciosidad!
ResponderEliminarEsta mañana me he tomado un café cortado al lado de una niña china de unos cinco años.
ResponderEliminarTras hacer un pequeño y necesario esfuerzo mínimo, me he logrado comunicar con la escolar asiática. Los dos andábamos a la pelea con un sobre de azúcar, los dos nos hemos hecho un lío para abrirlos y los dos nos hemos reído, cómplices hasta el tuétano, cuando se nos ha caído el contenido al suelo.
Y ahora, con cinco años, salgo a la calle a buscarme la vida.
Y sé que muy mal se me tiene que dar para no tener un día chupi.
Igual, igualico que a la niña china.
"dejad que los niños se acerquen a mi" debería estar escrito en grandes letras en nuestra vida.
ResponderEliminarPreciosa foto, por cierto ;)
ResponderEliminar¡Qué monas! Es verdad que la gente que es chiquillera nunca envejece...
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