Ante la enfermedad – en realidad,
ante cualquier situación que parece que no hay salida- sólo hay una
manera de enfrentarse: aceptarla.
Te pongas como te pongas la vida viene
así ahora, y en este momento. No puedes tener más tiempo en esta
vida, pero sí puedes poner más vida a ese tiempo que tienes.
Resistirse sólo va a hacer que lo pases peor.
Una forma de empezar a aceptar las
cosas es mostrar gratitud por lo que todavía tienes, por poco que
sea. Piensa en tres cosas por las que puedes estar agradecido todos
los días, incluso pequeñas cosas valen: un día bonito, tener para
comer, el apoyo de tu familia, la sonrisa de un desconocido, seguro
que puedes encontrar más de tres.
Quiérete mucho. Es muy importante que
te quieras. Se notará en tu manera de mirar, de vestir, de andar.
Elegante es el que sabe elegir; elige bien
como quieres vivir.
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