Ando y la naturaleza me habla. Es
cuestión de observar, y entiendes...
Cultiva la vida interior. Las
personas con una vida interior intensa y rica, soportan mejor el
sufrimiento. Tal vez la palabra no es “soportar”.
Son gente que tiene un espacio para estar con uno mismo, en soledad. Que mantiene el optimismo y la esperanza en la bondad humana.
Con sentido del humor.
Que sabe desarrollar su imaginación, y se ayuda de ella en la atención de imágenes positivas del pasado, tomando conciencia de que nada puede quitártelas.
Que prestan atención a la belleza de pequeñas cosas cotidianas.
Y que concentrar la máxima atención en el momento presente.
Acepta la provisionalidad de la existencia. Toma conciencia de la propia muerte. Acepta que somos seres que necesariamente vamos a morir . No es una mala noticia: aceptar esta verdad te ofrecerá la capacidad de enfrentarte a situaciones difíciles desde la perspectiva del que nada tiene que perder.
Apóyate en creencias religiosas , si las tienes.
Son gente que tiene un espacio para estar con uno mismo, en soledad. Que mantiene el optimismo y la esperanza en la bondad humana.
Con sentido del humor.
Que sabe desarrollar su imaginación, y se ayuda de ella en la atención de imágenes positivas del pasado, tomando conciencia de que nada puede quitártelas.
Que prestan atención a la belleza de pequeñas cosas cotidianas.
Y que concentrar la máxima atención en el momento presente.
Acepta la provisionalidad de la existencia. Toma conciencia de la propia muerte. Acepta que somos seres que necesariamente vamos a morir . No es una mala noticia: aceptar esta verdad te ofrecerá la capacidad de enfrentarte a situaciones difíciles desde la perspectiva del que nada tiene que perder.
Apóyate en creencias religiosas , si las tienes.
Si no, no pasa nada, Dios irá a tu encuentro.
Cada dia veo más claro que son los pequeños detalles los que marcan la diferencia en la vida.
ResponderEliminarMe he quedado con ganas de conocer a Manu, y de rebote he conocido a Lucía, la niña sin papá.
Llego a la piscina de la urba, a las mil y monas, a puntito de cerrar. Nombro a la pequeña juez oficial de los Campeonatos del Mundo de Natación a la par que reto al salvavidas a una carrera al sprint de cincuenta metros.
La pequeña Lucía da la salida, nado con todas mis fuerzas, y el joven salvavidas me da matarile sacándome tres cuerpos.
Y la niña sonríe.
...
Y creo que fue lo único con sentido que hice ayer.
Todo lo demás, seguro que lo olvido muy pronto.
...
Y lo escribo aquí porque intuyo que todo está relacionado.
Y necesito decirlo.