Muchas de las grandes obras del mundo
nacen de la angustia.
Detrás de la belleza se conjuran los
miedos de sus autores. Uno se pregunta, y nace una respuesta que da
paz, serenidad.
Los cuentos son eso, una respuesta a
los miedos de la infancia. Ya no hay que ocultar la cabeza entre
las sabanas para que aparezca no se sabe quién...ahora sabemos que
el lobo acaba mal.
El románico ahuyenta el terror de los
siglos oscuros, el gótico le da alas a la luz...la música responde
también a nuestros silencios angustiosos, ¡ya no hay que taparse
debajo de las sábanas!
La gente sin miedos es muy difícil que
pueda crear nada.
A veces me pregunto si el Pábilo no
será eso: una terapia contra el miedo.
Yo ya me sabía esa respuesta, de hecho, creo que ya te lo dije. Aunque la verdad es que tú lo has dicho infinitamente más bonito. Poner las palabras una detrás de otra para ir batiéndolas bajo luz y taquígrafo.
ResponderEliminar¡Claro que la conoces!: tú escribes porque no puedes no hacerlo, y lo haces muy bien.
ResponderEliminarNo concibo la vida sin escribirla, sin cantarla, y sin verla disfrazada por mi imaginación.
El miedo existe, es real, sólo hay que saber vivir con su presencia, tratarlo, discutir co él.... otro más, pero este nos impide hacer tantas cosas.........
ResponderEliminarEl miedo es real y cuánto sufrimiento genera.
ResponderEliminarHay que verlo venir, si no, nos anula.