El grito es esa primera voz que llama
y hay quien lo considera el sistema de origen de la comunicación humana.
Del último grito de cristo en la Cruz
se he escrito mucho. No sabemos qué significó ese grito que lo hace
tan nuestro. Un hombre gritando tiene algo de desesperación, de
soledad, de necesidad de ser entendido, de incomprensión ante su
dolor...¡tantas cosas!
Cuando dos personas están enfadadas,
sus corazones se alejan mucho. Están tan lejos uno de otro (aunque
sólo les separe medio metro de distancia) que para cubrir esa
distancia deben gritar. Mientras más cabreados estén, más fuerte
tendrán que gritar para escucharse uno a otro a través de esa gran
distancia.
A veces gritamos para no escuchar al
otro, para que nos deje en paz.
Ayer , a solas en el interior del coche, grité.
Grité mucho.
Yo estoy casi afónico de tanto gritar.
ResponderEliminaruffffff, gritar en soledad, a pleno pulmón, o llorar en la oscuridad de forma incontrolada y silenciosa; no solucionan, pero ayudan a dar el siguiente y pesado paso. Tambien hay que hacerlo.
ResponderEliminarMauricio, como desconocida me atrevo a preguntarte en esta tu casa ¿quien te ayuda a ti? Nadie es tan fuerte Un fortísimo abrazo.
A ese grito en soledad yo le llamo "sesión de tripas". Las he hecho cuando lo he necesitado, en momentos circunstanciales de mi vida; cuando la ansiedad y el dolor no me dejaban vivir. Me he ido a un bosque ( o donde se quiera), lejos de todo, y he comenzado a gritar, a abrazar a los árboles, a tirarme al suelo... patalear, a gritar , maldecir, insultar...llorar de rabia...hasta que no me ha quedado nada dentro. En fin... a sacar de dentro todo lo que me hace sufrir. Como dice Pilar, ayuda a dar el siguiente paso... luego he vuelto a casa a la vida normal. Sesión de tripas... de cuando en vez y si lo necesitas es una buena terapia. Pero Pilar tiene razón...Quién te ayuda a ti? Otro abrazo para ti.
ResponderEliminarLlegados a este punto te lo tendré que decir muy clarito, para que nos entendamos.
ResponderEliminarLa próxima coges el teléfono y me llamas.
Le sigiero al Señor unas frasecitas muy frescas, del día.
Podríamos empezar con unos entrantes:
1 ¡Me tienes hasta los cojones!
2 Tienes cara de patata.
3 Me caes como una patada en la tripa.
Como primero le sugerimos nuestros entremeses variados.
1 Tonnnto, cara culo, tontolaba.
2 Pringao, pedorro, animal de bellota !
Como plato principal, una carne fresca de vacuno irlandés.
1 Carne de cañon, que eres pura carne de cañón !
Los postres los omito al ser éste un horario infantil.
...
Es mucho mejor gritarle a alguien que gritar solo.
Yo,como sabes, estoy preparado.
Ahora no escribas que estás solo.
Escribe que me llamaste y me mandaste al infierno.
No pienso dejarte colgado.
Ve asimilándolo.
Chico.
De momento, me ayudo solico.
ResponderEliminarYa llegará el tiempo del salvavidas:)