Me
escribe un lector sobre “la segunda vida”, hablando de lo que ha
hecho la gente impulsada por un cáncer, una enfermedad cardíaca o
un accidente. La verdad, no creo que la gente necesite una segunda
vida, sino que viva ésta, la que tiene ahora.
La
vida es una oportunidad para que cada cual haga, a su manera, su
contribución de amor. Sé que suena cursi, pero me da igual a qué
suene, porque esa es la verdad. No estamos hablando de frases de
políticos idiotizados por asesores cínicos...”la Tierra es del
viento”...o reclamos publicitarios navideños de celofán y “vuelve
a casa por Navidad”.
Encuentra
la vocación que -estoy seguro- llevas en tu interior para nutrirte
de ella, y que después usaras esa fuerza y esa energía para vivir
plenamente.
Deja
que el río de tu vida fluya libre y profundamente. De crío mis
padres nos llevaban al campo a pasar los domingos. Les gustaba mucho
ir cerca de un pueblo que se llama Ontinar de Salz, a la orilla del
río Gallego. Allí comíamos y pasábamos horas con mi padre tirando
guijarros al río , a ver quién hacía más botes en la superficie.
Yo
era un crío, y envidiaba la facilidad con la que mi padre lanzaba
esas piedras pulidas y planas deslizándose por el agua, planeando en
saltos maravillosos. Y en cada salto se producía un efecto
prodigios:ondas expansivas que se extendía hasta la
orilla...¡decenas de ellas!.
De
eso se trata: que tus guijarros caigan a la superficie y nos alcancen
a todos.
Mi padre me enseño como entrarle al trapo a la vida.
ResponderEliminarCuando nos invitaban a una boda, me decia que nunca asistiera por compromiso, que habia que asistir solo si ibas a compartir alegria sincera.
Que bailara primero con las abuelas, que son las primeras en cansarse luego.
Que bailara con la novia y la madrina, aprovechando el baile para felicitarlas.
Y que luego me buscara a la mas guapa de la boda y que destrozara los zapatos con ella.
La ultima vez que le vi, en un centro de la tercera edad, estaba organizando un baile con unas emigrantes ucranianas que regentaban la cantina.
Era su forma de tirar piedras planas al rio de la vida.
Eso me enseño.
El río de la vida...¡Menudo peliculon!
ResponderEliminarYo procuro tirar planas las piedras, y que hagan aquaplaning, pero aveces, no se como, o si, le dan con increíble fuerza a la pierna del vecino ¡Ayyyyyy!
En cada etapa importante de nuestra vida, es el afecto humano lo que nos nutre, sustenta y conforta. ( Dalai Lama.Visions of Compasion (2002)
ResponderEliminarMe ha gustado la entrada y tambièn el comentario de diego. Esos consejos dados por su padre ya no se oyen.
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