Respetar las creencias de las personas
no significa que no valores las tuyas, o que les des poca
importancia. Hay que dejar en paz a la gente.
Hay personajes que tienen la manía de
preguntar, de las mil formas que hay de hacerlo, para conocer lo que
piensa uno de la religión, del aborto, de la política, de su
biografía personal, si está casado, divorciado, si tiene hijos, a
qué colegio los lleva...¡pesados!
Son aquellos que antes de enamorarse
preguntan, y dependiendo de las respuestas, se desenamoran. Algunos
primero nos enamoramos, después nos conocemos, y por último, porque
todo llega, sabemos lo que hay que saber.
Rompe las barreras ideológicas que te
tienen aherrojado, que te asfixian en una atmósfera irrespirable,
busca en el corazón de las personas. Allí está todo.
Sucede, y no pocas veces, cuando
alguien “chutao” visita a un enfermo.
Me imagino la escena. ¡lo que tendrá que aguantar una además de estar malita!
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo. Además, ya lo dicen los Evangelios: " no juzgues..."
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