Aprendí de la hija de una enferma de Alzheimer (enfermedad cruel donde las haya, porque no somos más que recuerdo), que la última cosa que se pierde con esa enfermedad es la capacidad de recibir afecto. Como recolectora de retratos de amor, me quedo con el tuyo. No con la preciosísima carta que has escrito hoy, sino con tu blog. Felicidades, Manu.
Felicidades a los dos. Como ves, Suso, muchos nos asomamos a tu blog sin atrevernos a interrumpir y molestar, pero hoy empezamos un 14 con ilusión y esperanza. Un fuerte abrazó. Rapelu
Aprendí de la hija de una enferma de Alzheimer (enfermedad cruel donde las haya, porque no somos más que recuerdo), que la última cosa que se pierde con esa enfermedad es la capacidad de recibir afecto.
ResponderEliminarComo recolectora de retratos de amor, me quedo con el tuyo. No con la preciosísima carta que has escrito hoy, sino con tu blog. Felicidades, Manu.
Quisiera felicitarte Manuela,
ResponderEliminary desearte un día de lujo.
Que sepas que te lo digo,
sin prejuicios ni tapujos.
Y aunque no he sido el primero,
ya sabes que aquí está,
Diego el camionero.
Felicidades a Manuela: ella también tiene suerte.
ResponderEliminarFelicidades a los dos.
ResponderEliminarComo ves, Suso, muchos nos asomamos a tu blog sin atrevernos a interrumpir y molestar, pero hoy empezamos un 14 con ilusión y esperanza. Un fuerte abrazó. Rapelu
Muchas felicidades para Manuela y un 2014 lleno de ilusión.
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