sábado, 19 de abril de 2014

EL CUARTO TRIMESTRE

Releo una cita de Tomas Mann en “La montaña mágica” , que en su día fue un hallazgo:

“Es como en el Liceo: cuando se tenía la seguridad de que uno permanecería en la misma clase dos años ya no se le preguntaba y uno no tenía nada que hacer….

La parábola sacada de la vida escolar le causó una viva impresión, pues él mismo había tenido que repetir el segundo curso y recordaba bastante bien ese abandono humillante, pero cómico y agradable, de que disfrutó durante el cuarto trimestre en que se había podido reír de todo…

En suma, le parecía que el honor tenía importantes ventajas, la vergüenza tenía menos, aunque las ventajas de ésta eran casi ilimitadas… y se imaginaba lo que significaba verse liberado definitivamente del peso del honor y disfrutar eternamente de las ventajas insondables de la vergüenza, se sintió asaltado por un sentimiento de gozo salvaje y los latidos de su corazón se aceleraron aún más durante unos instantes….”

De alguna manera el diagnóstico de ciertas enfermedades de pronóstico grave, de un desenlace fatal, te lleva a ese estado del que , hagas lo que hagas, la sentencia de que ya no pasas curso (en este caso, de que la carrera de la vida va a boxes ) se parece bastante.

Una vez aceptada la decisión, “cuando se tenía la seguridad de que uno permanecería en la misma clase dos años ...“  uno se encuentra en ese “ cuarto trimestre en que se había podido reír de todo…”.

Y descubres que sólo importa lo que de verdad importa.

5 comentarios:

  1. Importa la mano que aprieta la tuya y su respirar sereno en la noche, y ya, ¿no?

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  2. Esa es una de las cosas que importan...o ir,otra vez a León a estarnos con la niña Carla...o reír en una tertulia al atardecer en el pueblo, contando tonterías, como ayer.

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  4. Acabe la Procesion del Viernes Santo hecho unos zorrros.
    Los pies deshollados, la espalda con tirones agudos, la clavicula en numeros rojos y las meninges recalentadas por un sol justiciero.
    Una vez que el Señor me vapuleo, tras recibir mas cera que una colmena y con. El cuerpo molido a palos, me encare con El.
    Le pedi por Manu, y lo hice de una forma brutal, de la misma forma que El me trata a mi cada Viernes Santo. A lo bestia.
    Asi, con el cuerpo abierto en jarras, de tu a tu, de pecador a pecador, de mindungui a mindungui, es como hago mis tratos con el Creador.
    Dale fuerzas a Manu, Jefe.
    ...
    Creo que me escuchara.
    El, que me creo, sabe perfectamente lo insistente que soy.
    Nadie como El sabe hasta donde puedo empujar con mi cabezoneria.
    Lo puse contra las cuerdas.
    ...
    No va a tener mas remedio que echar una mano.
    No le deje otra opcion.
    ...
    Me conoce perfectamente.
    El me creo.

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