jueves, 31 de julio de 2014

MIENTRAS ANDO....

Me pregunta mucha gente que qué tal estoy, que en qué pienso, que como lo llevo.

Algunos somos un don Nadie. Vivimos  de las rentas de nuestra forma de ser, que dicen es comercial y simpática. Algunos nos  definen como alguien con la cara más dura que un zapato.

De mi diré que no sé exactamente hacer muchas cosas, y las que sé hacer no me suponen ningún esfuerzo: leer, escribir, cantar, pasear, tocar la guitarra, charlar...soy, pues, barato. Muy barato.

De algunos vicios  me estoy quitando: se lo prometí a Manu y cumpliré mi palabra.

También me quité de aventuras afectivas que me han llevado por la calle de la Amargura, a veces. Otras no. He vivido desordenadamente y con una intensidad moral extraviada. He sido persona atormentada en amores.

Con Dios , aunque intenté llevarme bien, creo que tengo alguna cuenta pendiente.

O Él conmigo. Ya lo arreglaremos-

Sé que he cambiado, más o menos, y que presumo de vivir una vida corriente, sin sobresaltos, pequeña y familiar.

Pero, seamos sinceros, me lo repito tanto, y lo he escrito de tantas maneras distintas, que es porque sé que no es necesariamente verdad. Al menos de una forma total. Me lo repito porque al publicitarme insistentemente en esa idea pienso que  terminaré consolidándola.

No me fío de mi. Todavía no. Sigo siendo el que fui, lo noto dentro, está allí, larvado, palpitante, agazapado.

Conozco mi motor vital, y es que quiero ser el mejor Suso que pueda llegar a ser. No está en el dinero, ni en la vanidad, ni en sexo, ni en el reconocimiento exterior. Está centrado sólo y exclusivamente en esta idea: quiero ser mejor persona. Quiero, por lo menos, estar a la altura del amor que vive conmigo.

Y este es el problema: ¿quién soy sin Manuela?

Escribo esto para ti, si eres igual que yo, que sintonizas y simpatizas con esta manera de ser. Tú, que también te estás quitando de cosas que sigues haciendo , cosas que no van, y cuando haces cosas que están mal, sabes que están mal, y lo reconoces.

Y sabes que, quizás, vuelvas a caer, por eso te repites tantas veces que lo has prometido, a ver si así puedes de una puta vez vivir esa vida que tanto anhelas.

1 comentario:

  1. Tras una vida entera repletita de errores, grandes cagadas, patinazos, pasadas de frenada y colisiones colosales, uno se encariña con esa caotica forma de ser y empieza a dislumbrar ciertas cualidades en el caos personal.
    Incluso en el mismisimo infierno te encuentras con gente capaz de redimirse, de darle la vuelta a la tortilla y de aprovechar la larga experiencia en vivir de forma desordenada, para trabajar en los limites de la condicion humana y desarrollar una labor cojonuda.
    Son las putas piadosas, los ministros parlanchines, los capitanes de barco borrachines, los intelectuales de pacotilla, maestros amargados y banqueros de alma podrida.
    Solo ellos, los que por experiencia conocen los limites de la condicion humana, los llamados a liderar los grandes proyectos.
    Tal vez esa sea la siguiente estacion de nuestro recorrido.
    ...
    Si, fui una prostituta, y que ? ; ahora estoy en condiciones de practicar la virtud.
    Si, fui ministro y me lo lleve crudo, y que?; ahora puedo pedir perdon de forma publica, ser castigado y servir de ejemplo a la juventud.
    Si, embarranque el transatlantico en las rocas por estar de coca hasta el culo. Soy un autentico gilipoyas. Me quedan diez años para enseñar justo lo contrario. Es una oportunidad que no todos tienen. A mi me escucharan. O me inflaran a guantas. O tal vez las dos cosas.
    ...
    Señor, meti el cuezo, me siento solo y no me fio ni de mi sombra.
    ...
    Entonces, y solo entonces, recogeras la bandera de los derrotados y estaras en disposicion de comerte la vida con patatas fritas.
    ...
    De eso va para mi el Evangelio.
    No es un salvavidas en un crucero de lujo, ni de coña.
    Es un madero flotando en un mar de mierda.

    Donde las putas se pueden redimir.
    Y los mindunguis pueden ser padres responsables en una organizacion no gubernamental.
    Donde a nadie le interesa tu pasado.
    Se la trae al pairo, porque en realidad...
    Solo tenemos el futuro.

    ResponderEliminar