miércoles, 28 de mayo de 2014

ESO QUE SE LLAMA AMOR.


A ella alguien le enseñó que si amaba lo primero que debía de entregar era su cuerpo, sus besos y sus caricias. Los hombres son así.

No entendía por qué razón al cabo de un tiempo aquello nunca funcionó. Parecía que tanto fuego lo único que conseguía era consumir esos ardores y volverlos nada, cenizas, costumbre.

A él alguien le enseñó que si amaba lo primero que debía de entregar era su cuerpo, sus besos y sus caricias.

Y le sucedió lo mismo.

Y los dos nunca entendieron por qué razón aquello fue una estafa. Todo era muy fácil, nunca encontraron resistencia alguna...el caso es que con los días las fronteras de ese cuerpo se le hacían muy pequeñas, sin secretos que encontrar, sin nada que buscar.

Pasó el tiempo, y se encontraron  con otra persona. Ella estaba harta, y él también. Los dos habían puesto bajo sospecha el amor, los cuerpos, los besos y las caricias.

Y hablaron. Charlaron mucho, pasearon kilómetros, bebieron y rieron.

Y así se conocieron.

Y un día supieron que estaban enamorados y, entonces...más tarde, vinieron las caricias, los besos,  y eso que llaman amor.

4 comentarios:

  1. Conozco un caso de libro, empezó la casa por el tejado y se le hunde por falta de buenos cimientos.

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  2. un final feliz que no es lo habitual, no se llega a dar la oportunidad de conocerse, charlar, pasear, beber y reir. Son muy afortunados

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  3. Esta es repe, pillín.

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