Estuvimos tomando un algo hace unos días en la plaza de Arroyo.
Habían quedado unas amigas de la planta de Manu para entregarle un centro de parte de todos los que trabajaron con ella.
Fue una atardecer intenso en todos los sentidos.
De Manu hay algo que siempre me llama la atención: que todas las cosas y personas de su vida y entorno son las mejores del mundo. ¡No se te ocurra insinuar algún defecto, por pequeño que éste sea!.
Normalmente admiramos a alguien por motivos concretos: su belleza, su inteligencia, su bondad...pero cuando las amamos , no hay ningún motivo.
Así es Manuela.
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Las flores del campo.
ResponderEliminarLa luz regalada.
Y de entre las mujeres,
La que es amada.
Por muchas cosas, qué instantánea más bonita.
ResponderEliminarComo viene de un poeta el comentario lo agradezco mucho muchísimo.
ResponderEliminarQué bonita foto.
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