viernes, 29 de noviembre de 2013

QUÉ SABEMOS...


Todos vamos a pasar en nuestras vidas varias pérdidas, así que lo mejor es saber acompañarnos sin juicios, sin apuros, sin histerias, sin categorías morales absolutas, desde la humildad, desde la absoluta fragilidad, que nos da compartir esa situación que todos transitaremos alguna vez.

Vemos de regreso del logopeda un autobús de niños con parálisis cerebral y Manuela me comenta “ cuando esté así no me lleves en un autobús de esos...me ingresas en un centro y me traes películas de CSI y cosas de esas...”

Sabe lo que dice, pues en la E.L.A. no se pierde nunca la conciencia. Siempre sabrá lo que le está sucediendo.

- Ya, ya...tú sigue comiéndote el coco sobre el mañana y a mi me dejas lo de hoy...pero no creo que te compense.

Y nada más. Eso es todo lo que había que hablar...acompañar en silencio más que con tanta palabra o frases hechas, desde un abrazo apretado más que con un discurso y desde el respeto más absoluto por la humanidad, por la historia y las características propias y diferentes del otro que está empezando a caminar por un camino que, ¿quién lo sabe?, quizás recorra yo antes que ella.

3 comentarios:

  1. Junto a las películas del CSI, yo me ofrezco a escribir para una niña grande cualquier cuento.
    Díselo, debe saberlo.
    Lo que es posible debe conocerse.
    Es muy fácil.

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  2. Gabriel, mi marido, y yo, te leemos con mucho cariño. Porque ahora tratamos de cuidar el uno del otro y viceversa. Pero somos sabedores de que, con el tiempo, uno tendrá que cuidar del otro, si Dios quiere. Enseñas y hacer pensar. Gracias

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  3. Paz para el corazón dolorido.
    https://www.youtube.com/watch?v=Ij1oP3i8JDQ&feature=youtube_gdata_player
    El verbo de Dios es nuestra única esperanza,
    El Día eterno de la tierra y los cielos,
    En la tranquila noche rompemos el silencio,
    ¡Divino Salvador, pon sobre nosotros los ojos!

    ¡Difunde por nosotros el fuego de tu gracia poderosa,
    que todo el infierno huya al sonido de tu voz!,
    Disperse el sueño del alma débil,
    que es conducida al olvido de tus leyes!

    ¡Oh Cristo, sé bondadoso para con este pueblo fiel
    que ahora te bendice reunido!
    recibe los cantos que ofrecemos a tu gloria inmortal
    ¡Y a tus colmados dones que nos devuelves!
    Un beso muy grande.

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