martes, 12 de noviembre de 2013

RESURECCIÓN.


No se puede curar lo que no se puede sentir. 

Esa es la razón por la que la enfermedad nos puede ayudar tanto. El dolor, poco a poco, y las horas de soledad, el ronroneo de nuestra memoria, la conciencia despierta a otra dimensión moral, nos ayuda asimilar nuestra biografía, maduramos y aceptamos...o no. 

Los sanos vivimos narcotizados por nuestra buena salud. Nada hay que curar porque nada se siente. Algunos, ni siquiera compasión tienen, de tal manera viven.

Se puede resucitar

Volver a nacer con una piel nueva...¡pero eso sería un milagro!

4 comentarios:

  1. ¡Vaya pedazo de entrada!,¡abisal!

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  2. Aquí sigo, callada pero perseverante...y gracias porque estas reflexiones ¡hay que ver lo que ayudan, sí, señor!
    Besos, especialmente para Manu
    A

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  3. Con la piel de un niño, imagino. ¡Que difícil!
    Besos y mucho animo.

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