martes, 4 de febrero de 2014

DIOS TE OIGA...


He vivido hasta hoy en la completa inopia, feliz y con una inconsciencia maravillosa.

Y he tratado que los que conmigo se han cruzado en mi camino compartieran esa manera de ver la vida.

Pero, ¡ay!, nunca amé hasta que me dolieras tanto.

¿Quién dijo eso de que “lo más triste de Dios es que no puede creer en Él? Y lo más triste de tu dolor es que no lo puedo compartir.

Hoy te escribí “esta batalla la vamos a ganar”, y contestaste “Dios te oiga”.

Bueno, pues a pesar de todo, de este golpe, de tanto dolor sordo, ciego, absurdo, innecesario. Aplastado por el silencio de un sinsentido  de ese Dios que también está solo, tan solo,  que no cree en Él. A pesar de todo eso, le pido una gracia.

¿No te das cuenta , Dios, que sin nosotros no eres Nadie?...¿qué te cuesta posar tu mano sobre su garganta y sanarla sólo unos cuantos años y dejarla madurar ?.

Además, Tú no puedes decir “¡gracias a Dios!”...¡deja, Hombre, que te lo podamos decir!

Creo que a esta entrada le sobraba un Jack's Daniels...

6 comentarios: