lunes, 12 de mayo de 2014

LA ÚNICA CERTEZA.


Necesito  certidumbres para poder proyectar, para poder elegir, para poder decidir, para poder vivir  justamente y humanamente, para desenvolverme en medio de la inseguridad.

¿Dónde las busco?, o mejor,¿las quiero buscar?. O preferimos quedamos en tierra de nadie.

La primera certidumbre que sabemos, casi la única, es que vamos a morir. La incertidumbre es que no sabemos cuando. Pero esa verdad nos aterra. Y , sin embargo, enfrentarse a ella es la clave para encontrar ese algo que nos ayude a estar seguros.

El hombre suele desviar la mirada, cuando se encuentra consigo mismo. Cuando se enfrenta a su condición, desvía la mirada y, mientras, se afana por conocer el comportamiento de los minerales , de los astros, de los vegetales, de los animales, o todos los comportamientos sociales, económicos...¡lo que sea!.

Cuando se trata de sí mismo, cuando se trata de su condición personal, siente una especie de temor, una especie de pavor. Un acojone paralizante. No se atreve a enfrentarse con su inseguridad, y por tanto no busca las cosas que de verdad importan  que podría tener, que yo creo que son muchas, y que se han ido acumulando y consiguiendo a lo largo del tiempo a través de la filosofía, la literatura, la poesía, la religión.

Aunque nunca llegamos al misterio. Siempre ciegos.

1 comentario:

  1. Otra certidumbre.
    La belleza es como la maleza.
    Por mas que se poden los bosques, se extiende de forma espontanea.
    ...
    Al turullin.

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