miércoles, 4 de junio de 2014

EL EFECTO MARIPOSA.

Visito muchos colegios, y espero en bastantes.

Me gusta pasear sus pasillos y observar los murales  que los decoran, algunos muy bien elaborados. En uno de ellos leo  una cita que dice: “Los cambios se dan en unidades imposibles de medir”, y en él hay dibujadas muchas mariposas de vivos colores.

No sé si pensaron esos niños en el llamado "efecto mariposa".

Es una derivación de la física cuántica que nos enseña: todo tiene que ver con todo y somos todos inter- dependientes. Por eso cada individuo es un eslabón de la inmensa corriente de energía y de vida , y cuenta mucho. 

El efecto mariposa es una concreción de este principio. Fue identificado en 1960 por un grupo de  metereólogos: Pequeñas modificaciones pueden ocasionar grandes cambios. 

Se ponen muchos ejemplos : “Si una mariposa en Hong Kong bate sus alas, puede provocar una tempestad en Nueva York”. O como en un estadio de fútbol: basta que algunos comiencen a hacer la ola y, de repente, todo el estadio es contaminado y surge una inconmensurable ola. Es el efecto mariposa: un pequeño gesto puede ocasionar grandes transformaciones. 

Piénsalo, hasta la más ínfima decisión que tomes, puede repercutir en el resto de tus días.

Cuando me hablan de que piden un milagro para Manuela, contesto, y estoy convencido de ello, que el milagro es que los dos nos hayamos conocido: Alguien sabría que esto sucedería, y sólo los dos estábamos hechos para vivir juntos esta aventura enamorada.

Me recuerdo  a mí mismo (y a veces lo gritaría a todo el mundo) que no basta con conformarse, que no vale quedarse parado bajo la excusa de que uno es solo un granito de arena en una playa entera, y contra eso no se puede luchar.

El pequeño gesto de cada uno sirve. Decir “NO” a situaciones injustas, sirve. Plantarle cara a lo que hay, cuando lo que hay no es lo correcto, sirve.  Lo que no sirve es la comodidad de pensar: “no está en mi mano”. 

Amar es la mejor respuesta que podemos dar en muchos casos.

Yo no paso por eso de hacer la estatua. Quiero agitar mis alas siempre que sea necesario. Provocaré tsunamis, o tal vez no. Pero sabré que he agitado mis alas.

Escribir es la forma que tengo de agitar mis alas.
Sabiendo que la fuerza no está solamente en el gesto (por pequeño que sea) sino en el entusiasmo con el que se realiza ese gesto.

2 comentarios:

  1. Buenos días Suso; hoy viene alguien muy especial a mi casa. También especial para ti.Pasará unos días conmigo. Te recordaremos con mucho cariño.
    Un beso y gracias por tus escritos. Son una píldora diaria de vida.

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