jueves, 21 de agosto de 2014

EL ARCA DE NOÉ.

Mi memoria se nutre de los besos que me diste, de las miradas que te bebí, de las noches de insomnio comiéndonos a bocados la madrugada.

De las mentiras que  te dije, de las lágrimas, de los lo siento por tanto olvido.

Mi memoria , que es mirarte mientras duermes y susurrarte te quieros.

O reírnos a carcajadas por un pedo atravesado y de una sonoridad espléndida.

En tu arca de Noé metiste a este bicho, y le enseñaste a estarse quietecio escuchando cuarenta días de lluvia.

¡Bendita tú, Manuela, entre todas las mujeres!

1 comentario:

  1. Un silencio emocionado para este poema salido de tu corazón enamorado. Un beso y que tengas un buen día.

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