No siempre con Manuela las cosas fueron bien. Lo cierto es que cuando una persona nos quiere, nos quiere de verdad, nos da una oferta ilimitada de crédito.
Uno en todos estos años de estar con ella ha
decepcionado unas cuantas veces, le he dejado colgada otras , he omitido algo adrede, o
escurrí el bulto cuando deseaba algo con todas sus fuerzas.
Y ella se ha comido el marrón
También hice cosas
que de ninguna manera ella esperaba que yo hiciera, o me he comportado
como no debe hacerlo un caballero.
Pero ella, en lugar de cortar el crédito y dejarme a
la intemperie, en pelotas y desangelado, espera a ver si no siempre uno
es así, a ver si sienta la cabeza, a ver si luego, en otro momento, se
da cuenta de que hay alguien más que él y sólo él, a ver si recapacita
un poco...incluso pensó si ella misma puede llevarme con más tacto.
Quizás no es amor, es más que amor.
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