lunes, 16 de diciembre de 2013

EL MÉDICO.


Este cuadro se titula “El médico” .

El artista, Sir Luke Fildes, pintó el cuadro en 1891. El día de Navidad había tenido la experiencia de ver morir a uno de sus hijos, y sabía lo que significaba para él «el médi­co». Hoy, ¿cómo se pintaría un médico a sí mismo?...me temo que no en una humilde habitación...probablemente de portada de un dominical.

¿Podríamos titular el cuadro “Demasiado tarde”?. Si observamos a la madre, o a la niña, tal vez...pero el rostro del médico no parece haber llegado “demasiado tarde”. No se rinde.

5 comentarios:

  1. Los medicos excrutan el alma de los pacientes.
    Una vez han volcado el cuenco de sus conocimientos cientificos, establecen una intima conexion neuronal con el paciente, adentrandose en el territorio comanche de la humanidad en estado salvaje.
    Ni una coma de lo que dicen esta colocada por casualidad.
    Sus frases medidas, sus parrafos pausados, sus puntos y seguidos tabulados y sus puntos y aparte dosificados con mesura.
    Bucean en la mar brava con la observacion y perseverancia de un explorador intrepido.
    Son los primeros en pisar la playa virgen de la esperanza.
    Avanzan.

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  2. Hay profesiones, vocaciones no producto de la fatalidad o de la vida sino una elección libre, consciente y apasionada, que me sobrecogen.

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  3. Un médico atendió el cancer de mi hija de 6 meses. El primer día me dijo que el 40% de posibilidades, la cosa pintaba mal, tumor de 9 cm, afectación del hígado...
    Al año, en una revisión, le pregunté quien había curado a mi hija. Me reconoció que él no.

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  4. Driver, eso si es un médico de verdad. También hay mucho doctor impresentable y muchos enfermos solos.

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