miércoles, 11 de diciembre de 2013

UN CRUCE DE CAMINOS


No me cabe la menor duda que Manuela tiene una vocación de enfermera . Es algo natural en ella, es feliz, nunca le oí quejarse de condiciones, nunca cogió una baja, sentía una atracción por el débil, el pobre, el ignorante. No le hacía ascos a nadie...salvo a los prepotentes, orgullosos, ya fuesen médicos, o pacientes (que los hay)

No se imaginaba faenando en otras labores. Era una vida completa. Le gusta hablar mucho de “ la sanación por el alma”. Podría contar muchas anécdotas en ese sentido.

La vida es un dolor de parto, que vale la pena si podemos darnos a luz a nosotros mismos. Me da que ella está descubriendo ese dolor de parto de su enfermedad.

La mayoría de las personas , en cierto sentido, han muerto para mantenerse vivas. Estoy hablando de convertirse en alguien que no se quiere ser, a causa de la presión de los padres o de otras figuras de autoridad, de convertirse en médico, maestro, fontanero o ama de casa, o pitar porque están en campaña y hay que hacer caja...aunque ni el trabajo ni el papel , con el tiempo (muy poco tiempo) tengan significado para uno.

¡Ay!, entonces, un día, nos dicen que sólo nos queda un año de vida. A algunas personas, descubrir que son mortales les da, finalmente, permiso para vivir su vida. Entonces es cuando el maestro deja su trabajo y se muda a la orilla del mar, cuando el médico se compra una mesa de carpintería y trabaja la madera, el militar se empeña en la jardinería, el ama de casa vuelve a la universidad, el banquero se matricula en la Escuela de música y el fontanero se hace escultor.

Dejan que muera su falso yo para dar nacimiento a lo que verdaderamente son. Para eso sirve la enfermedad, si quieres.

Uno puede suicidarse sin dañar su cuerpo.

7 comentarios:

  1. De las cosas más interesantes e inteligentes que te he leido.
    Amén, brother. Amén.

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  2. Las enfermeras son una bomba de sorpresas, que trabajan en los límites de la condición humana.
    Ayer mismo, tras reconocer algunos y numerosos errores que he cometido en un hospital público, les he pedido disculpas y les he regalado flores.
    Luego las besé a todas y cada una.
    Y luego, como soy así de gilipoyas, les dí las gracias en nombre de la humanidad.
    ...
    Y sonrieron.
    Y les dejé unos cafés pagados.
    Y no me quité el sombrero, pues al ser muy cabezón, no hay números para mi melón.
    ...
    Las muy enfermeras me han abierto en canal, han sacado mis entresijos y me han dejado el alma desnuda y palpitante.
    Y claro, les tuve que decir que estaba completamente enamorado de todas y cada una.
    La verdad desnúa.

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  3. De ser cuidador a ser cuidada, de dar a recibir.... no es fácil, y menos si uno es generoso e independiente, como tu Manuela.

    Que puedo decirte....... si, muchas veces vivimos vidas que no son las nuestras. A veces no hay que esperar a tener una enfermedad para reaccionar, sino el paso de los años y algo de inteligencia que te dicen que esto no es. Y luego tener el valor de cambiarlo, todo o casi todo.

    Me gusta lo que dices Diego. En general, pullazos aparte, te visita gente genial Mauricio

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  4. Esta mañana me he enterado de la muerte de una buena miga, atropellada en una calle de la ciudad cuando salía de clase por la tarde. Era joven, 35 años; se casó con su primer novio pero se divorciaron a los pocos años. Nunca lo superó. Tenía un trabajo de media jornada y lo que ganaba era casi en su totalidad para pagar la hipoteca de su piso, un piso comprado cuando ya estaba la crisis. Tenía unas depresiones muy profundas y le costaba vivir, pero nunca dejó de buscar un segundo trabajo que nunca llegó. Hablamos mucho y muchas veces y mi sensación era de impotencia. En este caso, la vida le ha ayudado a terminar con todo eso, de una forma rápida. No sintió nada. Tan brutal fue el atropello. Cuantas personas habrá en estos momentos con dificultades y luchando por salir adelante. Ella luchaba. Solo quería compartir mi dolor. Gracias por estar ahí y por todo lo que escribes. Hay que decir a la gente que está a nuestro lado que la queremos, que la necesitamos y ayudar en lo que se pueda. Vuestra lucha es un ejemplo maravilloso.Un beso grande y agradecido.

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  5. No nos conocemos y casi me parece una intromisión en la intimidad participar en tu blog . Me presentaré: Soy Nati, de Huesca y compartimos la amistad con "Modestino", quien me ha hablado de vosotros. Ayer me leí de un tirón todo lo que has escrito en estos meses. Yo tengo esclerosis múltiple y me he identificado con muchos de los sentimientos que describes.
    Escribí cosas muy parecidas cuando todo eran preguntas sin respuestas y pasé de sentirme imprescindible a pensar que ya no servía para nada. Pero me he sentido tan querida, he conocido a tantas personas admirables - enfermos y personal sanitario-, tengo tanto tiempo libre para pensar y valorar lo realmente importante, que he llegado a la conclusión que lo importante es la calidad y no la cantidad.
    Hay vidas cortas que están llenas y vidas largas inútiles. Hay personas que valen más que la vida y personas que sobran. Me ha emocionado el amor que os une y que la mayor parte de los que derrochan salud, nunca conocerán. Disfrutad de cada momento, de cada ilusión, de vuestra calidad humana, de todos los que os quieren... Un abrazo, Nati

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