viernes, 20 de septiembre de 2013

CUANDO ORÉIS.





"Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas, que gustan de orar de pie en las sinagogas y en los cantones de las plazas, para ser vistos de los hombres; en verdad os digo que ya recibieron su recompensa.  Tú, cuando ores, entra en tu cámara y, cerrada la puerta, ora a tu Padre, que está en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo dará.
Y orando, no seáis habladores como los gentiles, que piensan ser escuchados por su mucho hablar.  No os asemejéis, pues, a ellos, porque vuestro Padre conoce las cosas de que tenéis necesidad antes que se las pidáis".

¡Cómo quisiera rezar así!

 

 

2 comentarios:

  1. Rezo poco, pero tengo cada vez más la impresión de que o no me escucha nadie o que no le parece bien lo que le pido.

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  2. Despues de muchas pruebas, rezo como si hablara con un amigo.
    Y ese arranque de confianza, suaviza el tramite.
    No es como me enseñaron, pero si no me hubieran mostrado aquel camino, no habria encontrado el mio.

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