martes, 8 de octubre de 2013

ANDANDO


“El hombre es un diálogo íntimo” escribe Pascal.

Andando hablo conmigo de mis cosas. Conduzco, y caigo en la cuenta después de horas haciéndolo que no he hecho más que charrar y preguntarme. Me pregunto, me respondo, hago planes, sueño futuros, y gesticulo con las manos, o levanto las cejas hablando conmigo mismo.

Hay sentimientos habladores, la alegría, por ejemplo, y sentimientos que hacen que me repliegue sobre mi mismo, como la tristeza, o el dolor porque quieres a alguien.

Muchas veces, ¡demasiadas!, rezar para mi era un ejercicio de soliloquios personales. O de evasiones internas a mundos fantásticos.

Nunca supe rezar. Rezar no es nada fácil. Es la asignatura pendiente.

Andando hablo conmigo de mis cosas...hablo de ti, y blasfemo con mi Dios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario