miércoles, 16 de octubre de 2013

PAREJAS INTELIGENTES.


Hay parejas inteligentes y parejas estúpidas. Hay familias inteligentes y familias estúpidas. Hay sociedades inteligentes y sociedades estúpidas.

Una mujer puede ser extremadamente inteligente y, sin embargo, en pareja puede ser tonta del haba. Lo mismo se puede predicar de un hombre.

Todos conocemos auténticos cracks en lo suyo, y en su vida familiar actuar con una torpeza infantil.

Como cada uno somos como somos, en esto no hay reglas.

El amor no lo arregla todo. Aunque es mucho suponer, imaginemos que la mayoría de las parejas se casan, o viven en común, enamoradas. No me lo acabo de creer pero, venga, aceptamos pulpo como animal de compañía.

Pasa el tiempo y caemos en la cuenta que, bueno, no todo es amor en la convivencia.

A Manu y a mi nos ha costado lo nuestro encajar las piezas. Y encajan poniendo un poco de sentido común para que aquello no salte por los aires. Yo soy un vago, ella no; yo rezo, ella no; me gusta andar, a ella no; me gusta hacer el idiota, a ella no; no me gustan las visitas en casa, a ella sí; me chifla escribir, a ella no; yo leo, ella no; yo vivo en Babia, ella no; yo no soy celoso, ella sí; yo quiero,ejem, ella no; ella quiere, ejem, yo no...

La lista es inmensa.

¿El truco?. Ni idea. No hay truco. Esto se anda y a ver qué pasa. Vienen días de broncas, roces, choques de trenes, reconciliaciones, días de cabreos sordos, interminables ellos, temporadas de calma chicha...conversaciones serenas, buenos ratos, y malos ratos.

Cede y cedes. Sabes lo que de verdad le importa, y lo que, en fin, se puede mirar para otro lado.

Lo que está claro es que hay parejas inteligentes, normalmente humildes los dos, con egos poco desarrollados en casa, y parejas que son idiotas, normalmente con egos muyyyyy complicados.

6 comentarios:

  1. Yo creo que el truco está en ser conscientes de que sois un equipo. Hacen falta remeros y timoneles para que la embarcación se mueva.

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  2. Yo creo que es el amor...

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  3. El amor no lo es todo, hombre, ayuda, pero no lo es todo.
    Llevo 20 años con una persona que es mi antitesis, mi antigona...por lo que leo arriba, como Suso. Cuando nos preguntan que como lo hacemos para seguir, siendo tan diametralmente opuestas, respondo que ni puñetera idea pero con mucha paciencia.

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  4. En gustos, aficiones, pasatiempos, costumbres, etcétera, incluso en grandes declaraciones (el amor lo es todo/el amor no existe; la vida es una mierda/qué bello es vivir), esto de las parejas es como a la hora de vestirse. Uno puede elegir las prendas por afinidad entre ellas o por contraste.

    Que si hoy voy tó de azulito, o de grisecito, o de verdecito cacería… O no, y hoy le echo la pata al mismo Marichalar.

    Yo prefiero el contraste, por eso me gusta el estilo arriesgado de Marichalar, aunque la moda no me interese y aunque a veces, es verdad, el que arriesga se equivoca y acaba pareciendo un payaso borracho daltónico guay.

    Con las parejas, igual: afinidad o contraste.

    Contra todo pronóstico, creo que las parejas afines discuten más (más tiempo y más veces); los que son muy diferentes, incluso opuestos, se divierten más pero, en general, las veces que discuten… ¡cuerpo a tierra!

    El colmo es que tu pareja sea opuesta a ti excepto en el sentido del humor, entonces el día es una fiesta con tal de ceder en tonterías: película a ver, por dónde dar el paseo, dónde pasar unos diitas… lo dicho: ceder equilibradamente en las tonterías. Por ejemplo, si a ella le hace ilusión ver otra vez, ¡¿otra vez?!, Los puentes de Madison pues… pues… ¡¡tú de eso, ni mijita!!

    (Y negocias -sin que se te note, que eso les fastidia- volver a ver en cambio La jungla de cristal MCVVIX y… hacer la plancha, claro).

    Truquitos…

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  5. Hmm, acabo de caer en la cuenta de que siempre que hay plancha acumulada ella me propone ver Los puentes>

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  6. Pues, lo que yo decía, el amor.

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