jueves, 24 de octubre de 2013

¡HOY EMPIEZA TODO!

¡Lo prometido es deuda!: el delantal del Father, y la torera.





De Manuela, y de más gente que conozco de cerca, me asombra la capacidad de resistencia que tiene al dolor, al sufrimiento, a sobreponerse a los obstáculos que la vida presenta.

No me refiero a la enfermedad exclusivamente. Es dura.

Y es gracias a una educación que tuvo de bien pequeña. Su madre fue mujer- es, que aún vive- de una mala salud de hierro, y durante años Manu fue educada en casa de sus tíos, en el mismo pueblo, mientras Josefa luchaba con sus enfermedades.
Tuvo , sin darse cuenta, ni ella ni su familia, una educación guiada y acompañada de mucha gente. Esto los de los Cursos de Orientación y Escuela de padres ni lo huelen, y es la esencia de la educación. Los mayores — bisabuelas, abuelas, tíos, primos, hermanos, padres, vecinos, maestros— implicaban en sus labores a Manuela. Participaba de los trabajos de la casa, acompañaba en verano a la siega, correteaba en las matanzas, colaboraba haciendo tareas domésticas...se aprendía por participaciones guiadas.
Y las cosas se hacían porque había que hacerlas. Por eso Manuela es dura, y por eso es tan familiar, y tan de lo suyo, y de los suyos.
Esas personas que le acompañaron en su infancia tejieron alrededor de ella una red de apoyo, no sólo educativa sino afectiva, que ha sido después de gran utilidad sobre todo en momentos difíciles.

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