jueves, 12 de diciembre de 2013

GUIJARROS.


Me escribe un lector sobre “la segunda vida”, hablando de lo que ha hecho la gente impulsada por un cáncer, una enfermedad cardíaca o un accidente. La verdad, no creo que la gente necesite una segunda vida, sino que viva ésta, la que tiene ahora.

La vida es una oportunidad para que cada cual haga, a su manera, su contribución de amor. Sé que suena cursi, pero me da igual a qué suene, porque esa es la verdad. No estamos hablando de frases de políticos idiotizados por asesores cínicos...”la Tierra es del viento”...o reclamos publicitarios navideños de celofán y “vuelve a casa por Navidad”.

Encuentra la vocación que -estoy seguro- llevas en tu interior para nutrirte de ella, y que después usaras esa fuerza y esa energía para vivir plenamente.

Deja que el río de tu vida fluya libre y profundamente. De crío mis padres nos llevaban al campo a pasar los domingos. Les gustaba mucho ir cerca de un pueblo que se llama Ontinar de Salz, a la orilla del río Gallego. Allí comíamos y pasábamos horas con mi padre tirando guijarros al río , a ver quién hacía más botes en la superficie.

Yo era un crío, y envidiaba la facilidad con la que mi padre lanzaba esas piedras pulidas y planas deslizándose por el agua, planeando en saltos maravillosos. Y en cada salto se producía un efecto prodigios:ondas expansivas que se extendía hasta la orilla...¡decenas de ellas!.

De eso se trata: que tus guijarros caigan a la superficie y nos alcancen a todos.

4 comentarios:

  1. Mi padre me enseño como entrarle al trapo a la vida.
    Cuando nos invitaban a una boda, me decia que nunca asistiera por compromiso, que habia que asistir solo si ibas a compartir alegria sincera.
    Que bailara primero con las abuelas, que son las primeras en cansarse luego.
    Que bailara con la novia y la madrina, aprovechando el baile para felicitarlas.
    Y que luego me buscara a la mas guapa de la boda y que destrozara los zapatos con ella.
    La ultima vez que le vi, en un centro de la tercera edad, estaba organizando un baile con unas emigrantes ucranianas que regentaban la cantina.
    Era su forma de tirar piedras planas al rio de la vida.
    Eso me enseño.

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  2. El río de la vida...¡Menudo peliculon!
    Yo procuro tirar planas las piedras, y que hagan aquaplaning, pero aveces, no se como, o si, le dan con increíble fuerza a la pierna del vecino ¡Ayyyyyy!

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  3. En cada etapa importante de nuestra vida, es el afecto humano lo que nos nutre, sustenta y conforta. ( Dalai Lama.Visions of Compasion (2002)

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  4. Me ha gustado la entrada y tambièn el comentario de diego. Esos consejos dados por su padre ya no se oyen.

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