viernes, 27 de septiembre de 2013

ACEPTAR LO INEVITABLE.


A uno le han echado de dos colegios, ha tenido que sincerarse unas cuantas veces sabiendo que al hacerlo las consecuencias de ello iban a cambiar las circunstancias de mi vida. Por ejemplo, nuevos destinos. Se ha metido en líos muy gordos que han derivado en cruces de caminos donde había que dar la cara, si querías actuar con nobleza.

Todas estas historias han creado una segunda naturaleza en mi: aceptar lo inevitable.

Estoy preparado para eso. Es más, hay varias situaciones de futuro que ya las tengo interiorizadas por si acaso. Curiosamente ninguna es buena. Podrán diagnosticarme una enfermedad fatal, despedirme del trabajo, arruinarme, tener un ictus, un divorcio , un accidente en carretera por mi mala cabeza, o que Tomás López me convenza para que pite y, viudo, me case con su hija....

Para mi, sí. Pero no estaba preparado para aceptar lo inevitable en la gente que quiero. Eso es otra cosa.

He conocido personas que han tenido el impacto de tener un hijo con parálisis cerebral o con cualquier enfermedad degenerativa, incapacitante o minusvalía, que no han sabido aceptar esa situación. Y he conocido quien sí. Y, la verdad, poco nos ayudaremos a nosotros, y menos aún a nuestro hijo, si nos pasamos la vida sin aceptar este hecho.

Es asunto de dos esto de aceptar lo inevitable. En eso estamos.


4 comentarios:

  1. Hoy toca Madrid.
    Un cariñoso abrazo a los dos

    ResponderEliminar
  2. Si te hace falta transporte gratis, ya sabes.
    Silba.

    ResponderEliminar
  3. Mernabo? Espero q sea una broma, si no qué putada!

    ResponderEliminar
  4. Venga Suso, somos muchos los que estamos cerca, en lo evitable y en lo inevitable, como tu has hecho y como lo harás.

    Sul
    Montevideo

    ResponderEliminar