sábado, 1 de marzo de 2014

BIEN HECHO..


Lo que me admira de una obra bien hecha no es su perfección, quizás esa es la razón de mi rechazo a ciertas personalidades ridículas en su absurda excelencia.

Lo que admiro es el poder del amor que vibra en una labor humana. No se trata de un amor sensiblero, cursi, dulzón. El amor - ¡bien lo sé!- es de una dureza y solidez de acero.

Como esa paciente de E.L.A. que me decía el viernes que iba a bailar al casal con su marido en silla de ruedas. Una vez en la pista (“damos pena, la verdad...¡no sé qué pensará la gente!”) , se incorporaba y bailaba con la torpeza de sus últimos pasos.

Alguien pensó que nunca se debería escribir ni una sola frase que no se pudiera susurrar al oído de un agonizante. Pues bien, a eso me refiero: nunca se debería , no sólo escribir...cantar, bailar, pintar, fotografiar, esculpir, trabajar, rezar, sin poderlo susurrar al oído de un agonizante.

Y, en el fondo, todos estamos agonizando.

1 comentario:

  1. Nada es mas importante que la verdad desnuda, y lo cierto es que no podemos afirmar que no beberemos esa o aquella agua.
    Un amigo me dijo que nunca se casaria. Y se caso.
    Yo afirme con rotundidad, que solo bailaria con mujeres. Y erre de todas todas.
    La mayor parte de mis conocidos estan convencidos de que una persona hemiplegica, no deberia casarse.

    Mi amigo es hemiplegico.
    Se caso.
    Baile con el en la celebracion de su boda.
    La silla de ruedas no nos impidio hacer lo que el corazon nos mando.

    Y si.
    Es maravilloso equivocarse.
    ...
    Es muy posible que la vida sea una agonia continua.
    O tal vez no.

    Hasta las sillas de ruedas pueden bailar un twist.
    Tan cierto como este amanecer que ya dislumbro.

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