viernes, 3 de enero de 2014

PEQUEÑAS ESPERANZAS


Las esperanzas de Manuela, y las mías van cambiando, aunque siempre hay que ir detrás de las suyas.

Son nuestras pequeñas esperanzas, todas diarias. Mantener la lengua ligera, realizar los ejercicios del logopeda, salir con unas amigas al Río shoping, visitar a una recién nacida, comer y no perder peso, ver una buena película, hacer los análisis semanales, tomar la medicación...

También soñamos con visitar Roma en cuanto podamos .

Ahora estamos haciendo obra en casa porque sabemos que la enfermedad termina en una silla de ruedas. Eso, que fue idea de Manuela, también nos ocupa el día a día.

Vivimos de esperanzas diarias...otros tienen la esperanza de poder salir del hospital para las fiestas. Y eso es muchísimo para ellos.

Es bueno acompañar en este camino variable, pero no hay que animarlos a asirse de la esperanza de ayer , ni empujarlos demasiado a abandonar una esperanza que todavía no están dispuestos a dejar.

Se trata de vivir un día a día “esperanzado”.

2 comentarios:

  1. En Roma, incrustada entre unas calles estrechas, en un espacio empedrado con adoquines centenarios, existe una fuente publica.
    Es una montaña de piedras barrocas, alta y rotunda, como las volutas de los capiteles de un templo griego.
    Se llama la Fontana de Trevi, y cuenta la leyenda que si sigues las instrucciones siguientes, obtienes de premio unos instantes de eternidad.
    Las instrucciones a las que me refiero son las siguientes.
    Hace falta una pareja de dos.
    Uno hace de guia, y el otro de pardillo.
    El guia se estudia previamente la ubicacion exacta de la susodicha plaza.
    Ambos dos caminan despreocupados por las calles anexas, en un aparente paseo al tun tun.
    El guia venda los ojos al pardillo, cuando faltan unos cincuenta metros para llegar a la plaza.
    Tranquilo, nadie hace preguntas, estas en la ciudad eterna.
    El guia situa al pardillo con los ojos vendados en medio de la piazza.
    Y entonces, comete un acto salvaje, totalmente peligroso y claramente irresponsable..
    Despoja de la venda al pardillo, de forma que la Fontana aparezca en su campo de vision de un golpe.
    ...
    Aconsejan que el guia bese entonces al pardillo.
    Pero para entonces, cada uno suele hacer lo primero que se le ocurre.
    ...
    Para entonces, sobra cualquier consejo.
    Apuntatelo, chico.
    Y hazlo.

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  2. Chico ¡qué valientes sois! se me encoge el corazón y a vuestro lado, me siento pequeñita, pequeñita...una mierda, vamos...
    ¡Gracias mil!
    Asun

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