domingo, 19 de enero de 2014

PESAOS.


Cuando se da amor, ese amor sustenta tanto a quien lo da como a quien lo recibe. 

No puedes curar a tus seres queridos ni liberarlos de todos sus problemas, pero puedes apoyarlos con tu amor. Lo importante que ha de recordar la persona que presta su apoyo es brindar amor a quien sea: al marido, la esposa, la amante, el hijo... Y ha de escuchar al enfermo, pero también ha de permitirle que tenga su enfermedad.

Y como ésta es «suya», no se trata de hacer que se sienta culpable con preguntas como: «Oye, ¿ya te acuerdas de rezar o meditar? ¿ Has hecho los ejercicios del logopeda? ¿Tomas tus medicinas?». Si todo el tiempo te oye decir cosas como éstas, no querrá escucharte. Porque eres un pesao.

Puedes buscar información sobre su problema y ofrecerle lo que encuentres, pero si tira el material a la basura, es cosa suya. No hagas que termine tirándote a ti a la basura. Si cuenta con tu amor, ya encontrará el camino. Debes darle permiso para encontrarlo por su cuenta, aunque su manera de hacerlo difiera mucho de lo que a ti te gustaría.

Así pues, dale los recursos, pero ahórrale el sermón.

1 comentario:

  1. Gran reflexión que vale no sólo para enfermos, sino para ser mejor padre, mejor amigo.....

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