jueves, 30 de enero de 2014

SE PAGA CARA.


Leo una frase que me remueve: no digas nunca “te amo” sin que sea verdad.

Me ha inquietado y, leyéndola, hice un gesto de incomodidad. Algo me acusa allá dentro.

He dicho muchas veces “te amo”, o “te quiero”, sin que fuesen verdad esas palabras.

Puedo esgrimir mil circunstancias atenuantes, escusas que me eximan de juicios inflexibles, razones de conveniencia. Da igual, siempre hubo un abuso de confianza...¡es tan fácil engañar abusando de la confianza de los débiles!.

Es verdad que hay mujeres que necesitan oír un “te quiero” tan falso como el huevo que deposita el Cuco en el nido de la Busqueta para que puedas hacer algo y matar el hambre de mal año.

Pero insisten, e insisten...y uno pronuncia las dos fatídicas palabras, así, por decir, para que se quede tranquila, y puedas terminar la faena, y adiós muy buenas: si te he visto no me acuerdo.

Cuando hace unos días escribí que, de encontrarme con Jesucristo en el camino, antes que demandarle que me curara de una enfermedad, le pediría que me perdonara mis pecados, me refería a esto.

Esa es la gran diferencia entre Manuela y yo: ella no sabe qué es mentir.

Y la mentira, lo sé, siempre se paga cara, dependiendo de la dimensión del agravio...pero siempre se paga.

2 comentarios:

  1. "Obras son amores, no buenas razones" En mi humilde opinión, tus actos hablan por ti. Y hablan bien de ti.

    Y en esos casos a los que te refieres, decías lo que la otra persona quería escuchar en ese momento. Ella sabía de su falsedad, de tu falsedad, de vuestra falsedad, estabais en otra cosa.

    Creo que eres muy duro contigo mismo. Y que tienes conciencia.

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  2. Yo quiero ser como Manuela!!!

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