viernes, 2 de agosto de 2013

UNA ETAPA .


Me dicen que no piense mucho en estas cosas, que no hay nada que entender, que Dios tiene su manera de hacer las cosas. Ha llegado la hora del misterio. 

Desde casa miro el cielo estrellado. Ella está durmiendo. El universo en que vivimos me parece hoy un espacio vacío, completamente oscuro e increíblemente frío. Los cuerpos que se mueven en él me resultan extraños, lejanos, indiferentes. No le veo sentido a nada.

Dicen que el que ha amado de verdad no teme la muerte. Muchas veces nos decíamos “¡te quiero a morir!”, “¡me muero si no te veo”!...a veces hablábamos del amor como si nos fuésemos a morir...¡palabras! 

Me doy cuenta de mi egoísmo, que es una rabia contenida que rompería con todo. Aquí , en estos primeros días, la que sufre de verdad eres tú. Mi papel es, ¡vuelvo al principio!, el del chaval que sube la montaña con su padre,a dos metros de él...mañana te lo explico mejor, hoy hemos hecho una etapa, y eso ya es mucho.

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