lunes, 5 de agosto de 2013

UNA NUEVA CONGREGACIÓN.


La conciencia nos hace a todos cobardes”. La frase es de Hamlet.

Yo creo que es al revés: la inconciencia nos hace temerarios. Es cuando eres consciente de la gravedad de una situación , sobretodo si es inesperada y sobrevenida, que puedes reaccionar de muchas maneras. Una es la cobardía. Pero hay otras.

Ayer , por primera vez, hablamos de verdad y en serio del tema. Se lloró con serenidad. Y no te vi cobarde, sino aceptando de frente la situación. Valiente.

Comenzó la tertulia hablando de dos amigas a las que todavía no les has comunicado nada. Te emocionaste al hablar de ellas. Nos emocionamos.

Es lo peor de todos estos primeros días, cuando tienes que dar una primicia de este tipo a la gente que más quieres, y la que más te quiere a ti. Se te hace un nudo en la garganta y desfallece el pulso del habla y se agrieta la voz. Cuando enseñas una fotografía de un paisaje que nadie espera. ¡Qué mal se pasa!.

Después viene una segunda fase de silencios rumiando y haciendo algo masticable el bolo que te han colado de sopetón y sin anestesia. Es una fase donde el que acompaña mete mucho la pata porque quiere hacerlo bien y hacerlo bien es estar calladito y esperar , y respetar los tiempos del otro.

Yo he metido mucho la gamba estos días, la verdad. Pero ya me conoces...

En eso estamos ahora.

Vienen días donde puede pasar de todo, desde que aceptemos lo irremediable, hasta que todo sea una broma pesada, un milagro, o una declaración de rebeldía contra el mundo...

Frankl en “El hombre en busca de sentido escribe, "El hombre es el ser que decide lo que es". Enseña cómo el ser humano no es una cosa más entre otras cosas; las cosas se determinan unas a otras, pero el hombre, en última instancia, es su propio determinante. Lo que llegue a ser, dentro de sus facultades y de su entorno, lo tiene que conseguir por sí mismo. Cuenta Frankl que en los campos de concentración, en aquel laboratorio humano, en aquel banco de pruebas, era testigo a diario de que algunos camaradas actuaban como cerdos mientras que otros se comportaban como santos.

Sé de qué madera estás hecha, y vas a comportarte como la abadesa de la congregación del santo dolor...(¡vaya cachondeo os estáis llevando en el Wasap tus amigas de la planta y tú fundando la Congregación ... con Abadesa, hermanas, novicias y postulantas!). 

¡Sois grandes!

4 comentarios:

  1. Aprendiz de brujo5 de agosto de 2013, 9:31

    Mauricio, uno no sabe que decir en estas ocasiones...Es verdad, quizás lo mejor sea esperar y escuchar. Aunque es inevitable querer aportar activamente algo. Todo lo que se hace con amor está bien hecho.Así que no te reproches nada.
    Un abrazo fuerte y mucho ánimo, para ella, para ti, para todos.

    ResponderEliminar
  2. ¡Gracias, majo!

    En eso estamos!...y tú cerca

    ResponderEliminar
  3. Gracias por escribir, Mauri.
    No sólo te ayuda a ti, sino a todos los que leemos.

    ResponderEliminar
  4. Jero, Corazón Gigante. Un abrazote.

    ResponderEliminar